Aquí somos más de hacer que de decir

Rosa Mondragon/

¿Por qué debería el líder de una pequeña o mediana empresa industrial vasca invertir en dar a conocer su marca si hasta ahora ya le ha ido bien? Porque el escenario ha cambiado, el mercado ahora es global, la competencia es cada vez mayor y porque, en definitiva, ya no sirve solo con decir o contar sino que ahora además hay que explicarlo para que quienes lo oigan nos conozcan, hablen de nosotros, y en definitiva, para que nos compren. ¡Porque nadie compra lo que no conoce!

Y todo ello sin olvidar que la comunicación externa es tan importante como la interna y ambas deben estar alineadas y estratégicamente coordinadas. Porque no olvidemos que todos los miembros de una organización realizan funciones de comunicación externa y de difusión de marca; desde el comercial hasta el operario que trabaja en una máquina. A su vez, la imagen que transmite la organización a la sociedad condicionará la satisfacción de sus empleados, porque cuando una persona trabaja en una empresa preocupada por los problemas sociales y que transmite una buena imagen social, incrementa su sentimiento de pertenencia. Por desgracia, las estrategias de innovación en muchas empresas suelen recaer preferentemente en la comunicación externa, antes que en la interna, sin considerar que una es el reflejo de la otra.

“Comunicar es persuadir” afirman muchos expertos y aciertan cuando dicen que es una herramienta de gestión orientada a la consecución de los objetivos estratégicos de la empresa. Una empresa dispone de un amplio repertorio de herramientas de comunicación, las cuales le permitirán acercarse de la mejor manera posible al público al que se dirige. Desde el sitio web, los propios correos electrónicos, entrevistas, … hasta el mensaje del contestador telefónico, … todos ellos son elementos a tener en cuenta en la imagen que proyectamos.