Hasta los Pokémons

Víctor Núñez/

A estas alturas de la película o bien te has descargado la última creación de Niantic para probarla en tus carnes o has oído hablar del dichoso juego de Nintendo, pero veamos, ¿a qué se debe esta fiebre Pokémon?, vayamos por partes.

Realidad o ficción

¿Qué es esto de la realidad aumentada? Este término no es nuevo, a finales de los 90 ya se estaban dando los primeros pasos en este área, y no es más (ni menos) que añadir información virtual complementaria a un entorno físico real a través de un dispositivo tecnológico, combinando lo real con lo virtual, resultando de ésta una realidad mixta en tiempo real. Este concepto trasladado a Pokémon GO se traduce en la posibilidad de capturar Pokémons que interactúan con el entorno físico real, a través de la cámara de nuestro smartphone.

Pero, ¿es Pokémon GO el primero en utilizar esta tecnología?, ni mucho menos, ya existían antes de esta fiebre global, juegos y aplicaciones que tomaban la realidad aumentada como ingrediente esencial en su desarrollo. Tenemos por ejemplo Geocaching que utiliza la geolocalización para jugar con ubicaciones a las que tenemos que dirigirnos para poder avanzar; Zombies, run!, una aplicación para amenizar nuestra sesión de entrenamiento en la que tendremos que escapar de zombies (cómo no); Droid Shooting, un arcade que únicamente utiliza la cámara de nuestro móvil para hacer aparecer androides que debemos destruir; y como no Ingress, juego referencia desarrollado por Niantic Labs en 2011 cuando no era más que un pequeño departamento dentro de Google. Esta app utiliza Google Maps para desarrollar enfrentamientos entre jugadores de dos bandos en localizaciones reales. Oye ¿pero esto de qué me suena?, exactamente, el desarrollo es muy muy similar al de Pokémon GO, su siguiente juego.

Por qué ahora y no hace 5 años.

Hace ya 20 años del inicio de esta saga de videojuegos, serie de televisión y demás productos de merchandising. Entonces, ¿a qué se debe este repentino éxito, justo ahora cuando Nintendo está en horas bajas? Hasta este momento no habían aprovechado el segmento de los videojuegos en móviles, algo bastante extraño ya que Nintendo tiene fuerza en este mercado de entretenimiento casual. Puede que hayan esperado hasta ahora por ser el momento idóneo, con unos dispositivos tecnológicamente más avanzados y popularizados. Recordemos que para poder jugar Pokémon GO, éste hace uso del giroscopio, el GPS, datos móviles del dispositivo mócil, además de Google Maps. Con todo esto salvado y con un producto bajo el brazo como Pokémon (The Pokémon Company), estaba bastante claro que no pasarían desapercibidos, no en vano estamos hablando de la histórica marca Nintendo: cualquier movimiento suyo despierta un gran interés a nivel planetario; por poner un ejemplo, el relanzamiento de su clásica consola NES (Nintendo Entertainment System), reconvertida en la NES Classic Edition con conexión HDMI prevista para noviembre de este año, está dando mucho que hablar.

Algunas claves de este temprano éxito son el haber logrado trasladar el universo Pokémon a la vida real con una masa de seguidores que va desde los 8 a los 40 años repartidos por todo el globo, la posibilidad de interactuar con el medio que nos rodea para cazar los Pokémons existentes, la opción de jugarlo en cualquier lugar (siempre y cuando se tengan datos móviles), combates entre jugadores/entrenadores que tienen lugar en los denominados gimnasios y un buen puñado de extras repartidos en el juego como pociones, cebos, pokéballs para atraparlos, pókeparadas donde recopilar objetos, huevos de los que salen más Pokémons, incienso para atraerlos, etc. aseguran una larga vida al juego.

No estamos hablando solo de jugar.

Pokémon GO ha permitido que muchas pequeñas empresas como cafeterías o restaurantes estén rentabilizando esta fiebre gamer ofreciendo descuentos a jugadores, colocando “módulos cebo” para atraer pokémons o alquilando cargadores de móvil para que estos puedan continuar con su ‘caza’, también se han creando rutas y paseos en coche por las zonas más concurridas por estos ‘seres’, etc. Un paso más allá van grandes cadenas como McDonald´s, dispuestas a pagar por patrocinar ‘poképaradas’, el otro modelo de negocio de Niantic, que consiste en cobrar por estos lugares para que aparezcan en este tablero de juego virtual/real.

Además, han hecho su aparición gadgets enfocados exclusivamente en el mundo Pokémon, como el Pokédrone, un dron creado por una empresa holandesa que permite cazar los pokémons más difíciles y que verá la luz en breve, o una funda que se puede imprimir en una impresora 3D para poder lanzar de manera más fiable las pokéballs. Cómo no, Nintendo también tiene preparado su dispositivo, se trata de la Pokémon GO Plus, un accesorio que lanzarán en septiembre y que se conecta al móvil vía Bluetooth en modo de bajo consumo, emitiendo una vibración cada vez que ocurre algo relevante en Pokémon GO. De esta forma evita el tener que llevar el móvil siempre con la aplicación abierta, de todo oigan.

Y Nintendo como marca, ¿qué saca de todo esto?

Evidentemente, beneficio económico, traducido en el aumento vertiginoso del valor de sus acciones en un primer momento, que hace 3 días sufrió una vertiginosa bajada, auspiciada por la propia Nintendo anunciando que los beneficios directos obtenidos por la aplicación no serían tan significativos como sus inversores preveían, ya que de cada 100$ estos perciben 10$; cuentan además con los ingresos por patrocinio de ‘poképaradas’, futuros gadgets, etc., pero hay otro elemento intangible como lo es su valor de marca, de organización. Todo este revuelo en torno a su nuevo juego ha devuelto a la compañía a las portadas de infinidad de medios y ya se especula con el futuro y evolución del mismo. Han sabido resucitar su valor de marca reposicionando su imagen en la mente de niños y de los que no lo son tanto, están en boca de todos, su relevancia ha aumentado significativamente, y se están generando elementos multimedia constantemente como vídeos, fotografías, memes o gifs, que se están volviendo virales. Nintendo se ha vuelto a poner de moda, aunando lo clásico y las nuevas tecnologías, generando ese engagement con su público que toda marca ansía.

¿Qué nos espera?

A nivel Pokémon GO se prevé la aparición de más Pokémons, más opciones de juego e ítems entre otros, pero en lo relativo a la realidad aumentada estamos todavía lejos del potencial que puede desarrollar en los próximos años, y no estamos hablando solo de aplicaciones de ocio, se extenderá a todos los ámbitos, desde el de la salud al empresarial, pasando por el publicitario. En este último se desarrollarán nuevas fórmulas y soportes, suponiendo un avance significativo en lo tocante a eficacia, personalización y obtención de datos medibles. El usuario podrá acudir a un supermercado y obtener todo tipo de información sobre lo que necesite, realizar comparaciones de un mismo producto, obtener recomendaciones, todo de forma interactiva y en tiempo real, pero esta es otra historia.