‘Bidelagunak’

Han pasado más de 20 años desde que nació Arteman. Sin duda ha trazado un recorrido largo y fructífero. Arrancó con unas cinco personas y ha pasado a ser un proyecto robusto que da de comer a más de 20 familias. Comenzando a trabajar principalmente en nuestra comarca - ¡y continuando, claro! - pasó hace tiempo a tener relación estrecha con asociaciones, entidades y empresas referentes en Euskal Herria. 

Algunas de las personas que pusieron el proyecto en marcha o que se unieron al poco tiempo han ido abandonando el barco, ley de vida; y otras muchas, más jóvenes se han incorporado por el camino. Han traído otros conocimientos, más frescos, otros puntos de vista; y han recogido las vivencias, experiencias, formas de hacer y conocimiento que perdura en Arteman. 

A su vez, la sociedad ha cambiado muchísimo, hemos superado numerosas crisis, se han transformado los modos de trabajo y el tipo de demanda, las necesidades y las costumbres de la gente, los formatos no son los mismos, ha venido, para quedarse, la Inteligencia Artificial…  

Y aquí, en Arteman, también hemos vivido grandes cambios: nos transformamos en cooperativa, sumamos las nuevas tecnologías, estamos en formación constante, hemos probado nuevos modelos de negocio, hemos reorganizado las tareas, hemos creado una sede funcional y la hemos adecuado a nuestro colectivo…

Pero hay algo que no ha cambiado, que tanto proveedores, colaboradores y colaboradoras y todas aquellas personas a las que damos servicio, que conforman bidelagunak (compañeros/as de este viaje), destacan siempre sobre Arteman y que con palabras y hechos les mostramos en el día a día: que además de esforzarnos en proporcionarles las mejores soluciones profesionales y adelantarnos a sus necesidades, siempre mostramos cercanía en el trato y en las formas. Que nos mostramos tal y como somos al trabajar y a la hora de entender, compartir y solucionar cualquier necesidad, sin aires de grandeza, artificios o fórmulas rimbombantes. Esto no lo puede sustituir ninguna máquina, ni siquiera la IA. La gente que nos rodea conoce su valor y así nos lo transmite. 

¿Cómo, de otra manera, seguimos teniendo tantos bidelagun fieles y permanentes en este mercado tan cambiante y a veces tan rudo y cruel? ¿Por qué repiten aquellos y aquellas, grandes y pequeños, que han probado con Arteman? Cuando no hemos acertado, hemos puesto la cuestión sobre la mesa con transparencia para encontrar la solución conjuntamente. En numerosas ocasiones, al proponer un servicio, hemos aconsejado novedades que la entidad solicitante, sin haberla anteriormente probado, ha confiado y aprobado. También hay ocasiones en las que nos hemos ‘atrevido’ a solicitar el retraso de los plazos de entrega estimando más favorable para el resultado final y la otra parte lo ha entendido y aceptado. Estas y muchas otras son el resultado de unas relaciones basadas en la confianza y en el desarrollo de caminos largos y conjuntos.



Iker Barandiaran, responsable de contenido.